VIDA EN UN PARQUE:
La vida transcurría intemporal en el parque. Las mismas personas iban y venían, saludándose entre ellas protocolariamente. Quién era el rico y quién era el pobre, podía deducirse fácilmente. Entraban y salían siempre por los mismos lugares. Los diarios solo anunciaban los óbitos de los ricos, que eran remplazados por otros. Nunca hubo nostalgias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario