viernes, 11 de mayo de 2012

KU KLUX KLAN Esa mañana, como todas, los amos del poder moverían sus hilos raciales, y la extinción seguiría su mísero transcurrir. La sangre de la raza maldita, perdería el color sobre su epidermis. ¡Eran tantos blancos juntos que la luz de la habitación los hacía invisibles! Fue en invierno cuando aquel salón se tiño de sombras. Los dilatados ojos de los verdugos miraban en los grandes espejos de la habitación como sus pieles transformadas iban adoptando una sórdida pigmentación oscura, más negra que la noche.

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