MALOS TIEMPOS: Hubo una época en mi ciudad en la cual las bombas eran el pan nuestro de cada día. Paquetes, maletines, canecas, costales y vehículos, eran utilizados por los terroristas para colocar sus bombas. Aprovechando esta circunstancia, Ricardo decidió transportar cien millones de pesos en su maletín de claves, no sin antes colocar además, dentro del mismo, un rudimentario reloj despertador. El tic-tac, era percibido fácilmente desde el exterior. Dos hombres que lo venían siguiendo, lo amenazaron con sus armas y se llevaron el maletín. Cuando intentaron abrirlo, escucharon el ruidoso tic-tac y exclamaron: ¡una Bomba!, y lo lanzaron a la distancia. Cayó el maletín en el volcó de un vehículo en marcha. El propietario del volcó que se había percatado del impacto, observó a través de su retrovisor el extraño objeto. Frenó, tomó el maletín y al escuchar su peculiar sonido, sin dudarlo un instante, lo lanzó desde el puente al fondo del rio. El dueño de la embarcación que en esos momentos cruzaba bajo el puente sintió que algo golpeaba sus pies. Tomó el maletín, escuchó y gritó ¡Atentado!, y tiro el objeto al agua. Por entre las hendiduras, el agua comenzó a filtrarse y el maletín inicio un descenso rítmico hacia el lecho del rio.