viernes, 11 de mayo de 2012

TESTIMONIO: Mi esposo era parte del Ejército de Liberación Popular. Siempre estuvo dispuesto a observar estrictamente la disciplina. Cuando el sitio a Tianamen, el era partidario del dialogo. Pero Li Seng y Deng Xiaoping fueron sordos. Los soldados, se abrieron paso hasta la plaza y acribillaron a ancianos, mujeres, niños y estudiantes. Los tanques machacaron los cuerpos y tiñeron de rojo la plaza de Tianamen. Mi esposo quiso oponerse a la barbarie pero también fue asesinado. Yo no seré la última viuda. Mas sangre correrá bajo el puente muxidi.

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