lunes, 30 de abril de 2012
¿SE REPETIRA LA HISTORIA? :
En el gobierno de Jimmy Carter, hace más de 30 años, se implementó un programa de vivienda gratis, dirigido a familias pobres de raza negra. Antes de esa época, USA seguía siendo líder. Era el país más desarrollado del mundo. ¿Qué comparación podrá darse entre E.U. y Colombia? ¡Las diferencias son abismales! Los beneficiados con el “Plan de vivienda Carter”, comparados con nuestros “tugurianos”, calificaban para nuestro conocido estrato uno. El hecho es que transcurridos 2 años del experimento, estas familias seguían igual de pobres y sus actuales viviendas nada tenían que envidiarle a sus anteriores “tugurios”. Los Líderes Canadienses vienen demostrándole al mundo, desde hace mucho Tiempo, que la mejor inversión de un país es la que se hace en educación. Ese concepto, es “Marciano” para nuestros gobernantes. No veo difícil concluir cual será el resultado final de las 100 mil viviendas gratis. ¿Para que “techo” sin programas familiares de salud, sin educación y sin trabajo?
sábado, 28 de abril de 2012
EL CORONEL JUBILADO:
Fue en la policía, uno de los oficiales más destacados. Durante sus 25 años de servicio, se graduó como Abogado y luego se especializó en “Comportamiento Humano”, siendo reconocido como el número uno sobre el tema. Estuvo en las principales guarniciones del país y fue condecorado reiteradamente por sus brillantes logros contra los delincuentes más buscados. Cientos de ellos, pagaban sus condenas, gracias a los oficios del Coronel. Cuando se jubiló, tenía 45 años de edad. Tardó más haciendo el papeleo para jubilarse que en enamorarse. Una espigada trigueña de ojos verdes,” robó” o mejor, destruyó su corazón. Lo destruyó de un balazo. Años atrás, en una balacera, había dado de baja a alias “El Martillo”, un famoso narcotraficante. Ahora la hermana del delincuente, cumplía su venganza. Su padre siempre le había advertido que el ser más difícil de descifrar, era la mujer.
viernes, 27 de abril de 2012
EL SÍNDROME DE GANAR
Ha sido el boxeo, el deporte que más relajación genera. Pero obviamente, los demás, no son ajenos a este fenómeno. Se caracteriza porque quien regenta el éxito, termina bajando la guardia porque piensa que ya no tiene contendores a la vista que amenacen su cima. Es ahí, cuando les salta la liebre. Recordemos a Ali, Julio César Chaves, Tyson, Oscar de la Hoya y a Manny Pacquiao, para no mencionar más. Ocurrió en ajedrez con Capablanca, enfrentando a Alekhine. También en el Golf con “Tiger” Woods, en la formula “uno” con Alonso. Viene ocurriendo con el beisbol Cubano. Y, así, podríamos recorrer todos los deportes, encontrando casos similares. Ahora, parece que el síndrome también ha contagiado a los dirigentes. Podría ser que en vez de síndrome, deberíamos hablar de ciclos. Pero creo que la diferencia radica en que el ciclo está más relacionado con la edad. Mourinho y Guardiola, son bastante jóvenes comparados con muchos de los actuales DT. Del fútbol mundial. Podríamos deducir, que una especie de letargo invade a los ganadores y terminan siendo repetitivos, pierden creatividad, como si hubiesen alcanzado su nivel de incompetencia. Le ocurre a muchos ejecutivos. Es por ello, que lo de Guardiola estaba cantado. Y no se necesita ser un clarividente, para deducir que Mourinho no estará exento de esta guadaña. ¿Qué será lo que les falta a tantos dirigentes nuestros que se resisten a dar un paso al costado? ¿Si lo hacen dirigentes exitosos, por qué no ellos?
lunes, 23 de abril de 2012
PROFESIONAL DE FÚTBOL:
En el Circo Romano, los “Gladiadores” sabían que su vida dependía de su preparación permanente y de su actitud frente al rival. Nunca podían darse el lujo de decir: “Hoy no me siento con ganas. Tal vez mi contrario lo note y haga lo mismo. Así, ninguno morirá”. Todos sabemos que esto no ocurría, pues solo uno salía con vida. Los futbolistas profesionales, derivan sus ingresos por su actitud en la cancha. Siempre salen a entregarlo todo. Es así como suman para que los expertos los fichen y los inviten a firmar contratos millonarios. A ningún jugador se le exige que sea experto en idiomas, un gran lector ni que tenga un coeficiente intelectual de genio. Solo se espera que ese talento que tienen en sus piernas, su gran patrimonio, lo desarrollen en cada encuentro. De no hacerlo, se verán enfrentados ante una hinchada exigente, difícil de engañar, que detecta fácilmente aptitud y actitud en cada encuentro. Señores: ustedes viven del fútbol. Esa es su profesión. En cualquier empresa, quien no rinda, será despedido. Si no entienden esto, “no se den con la piedra en los dientes”, dedíquense a otra profesión porque “están en el lugar equivocado”. Jairo Tangarife C.
domingo, 22 de abril de 2012
ATEOS Y CREYENTES
Respeto la posición de los ateos. Científicamente, se nos ha demostrado que la materia tiene su origen en la llamada “partícula de Dios”. En esencia, somos materia y con base en ello, “nada se crea, nada se destruye, todo se transforma”. Darwin, sin ser ateo, fortaleció la teoría evolucionista. Creo en ella, pero nunca olvidemos que esta se sustenta con una base material. Los ateos son exclusivamente materialistas, de ahí nace su duda espiritual. La discusión jamás tendrá fin: ellos creen tener la razón, igual que los creyentes. Lo más importante, es la convivencia. Igual, todos nacemos y todos morimos, pero por encima de esta realidad, existe otra más importante: cómo podemos contribuir, cada de uno de los humanos, a construir un mundo mejor para todos.
No existe antecedente científico alguno, que nos reseñe información relacionada con la adoración a “Un ser superior”, por parte de otro ser viviente, distinto al ser humano. Nuestros antepasados, (Me refiero a otros siempre humanos, pues solo creo en la descendencia humana: los monos, nunca dejaran de serlo)), vivieron una época muy distinta a la actual. La idea de “Dios” es congénita y ellos así lo demostraron: eran politeístas, pero siempre asignaban “poderes sobrenaturales”, a todos esos dioses que adoraban. Aun, en esta época, existen tribus con esas creencias. Somos los supremos amos del mundo y todo otro ser viviente, distinto a nosotros, está por debajo y jamás nos igualarán. Ninguno de ellos posee, ni poseerá, nuestra inteligencia. Transformamos el mundo a nuestro antojo, sin que para ello medie obstáculo alguno. He ahí la razón para asegurar, que esa “espiritualidad”, que solo nosotros posemos, solo puede emanar de un ser superior, nunca de la materia.
Creo en DIOS, pero no en él que nos venden. Creo en un DIOS que nos dotó con el “libre albedrio”. Solo yo, soy el único responsable de mis actos: Dios ni da, ni quita: esa es una función estrictamente humana. Mi alma es un disco duro: en ella, quedarán grabadas todas mis acciones en este mundo y solo por el valor de estas, seré redimido o condenado.
Autor: Jairo Tangarife C.
sábado, 21 de abril de 2012
EL
EDIFICIO
Fue
construido en el mejor sitio de “Laureles” en el año 2006: Eran tres torres con
20 apartamentos de 2 alcobas y 100 metros cuadrados, 20 de 150 metros y 3
alcobas y 20 de 200 metros y 4 alcobas, todos con puertas de acceso blindadas y
con 1, 2 y 3 parqueaderos sucesivamente. Construcción tradicional. Dos
ascensores Mitsubishi por torre. Tenía baños Turco y Sauna, una piscina
climatizada de 250 metros cuadrados con 4 yacusis a su alrededor. Cancha
sintética de microfútbol. Cancha de baloncesto y 4 canchas de adobe para jugar
tenis de campo. Un salón para bridge, y dos más para ajedrez y billar. Un
gimnasio completamente dotado. Unidad cerrada. Un circuito de cámaras de
televisión cubría toda el área. Los encargados de la vigilancia eran oficiales
y suboficiales retirados de la policía que para el efecto habían constituido
una cooperativa. El metro se vendió a 4 millones, exclusivamente de contado.
Allí Vivian la flor y nata de algunos millonarios paisas y uno que otro
“colado”. Externamente, un moderno centro comercial con 100 parqueaderos,
almacenes, bancos restaurantes, cinemas y un mini mercado, completaba el
conjunto. El lunar de “El Edificio”, lo constituía un “mafioso” debidamente
camuflado, 3 políticos corruptos, y un abogado conectado con dudosos
contratistas estatales. Lo demás, era común en cualquier unidad residencial:
Drogas, alcohol, ninfómanas, lesbianas y travestis.
Carlos
Ponce era un ingeniero electrónico, magister en nanotecnología y especializado
en computación. Tenía 35 años y su parecido con el actor George Clooney era
indiscutible. Su presencia en “El edificio” tenía un gran interrogante, porque
no obstante devengar un salario de 12 millones de pesos mensuales, no
calificaba para el tren de egresos que exigía el ser residente de “El
edificio”. Tenía un Mercedes Benz modelo 2008, rojo y se caracterizaba por ser
demasiado parco. No obstante, ya era bastante conocido por todos los moradores
de las 3 torres ya que paso a paso, se
había ganado su confianza, convirtiéndose en el reparador, gratuito, de todos
los electrodomésticos de sus apartamentos. Sábados y domingos, ejercía su
labor, sin despertar la más mínima sospecha entre los inquilinos. Moraba en la
torre uno, piso 1201 desde hacía 3 años. La segunda alcoba, la había diseñado
de tal manera, que nadie podía imaginar todo lo que realmente ocultaba:
electrónicamente, esta se transformaba en la más sofisticada planta de
espionaje. Aprovechando las reparaciones, incrustaba aparatos de espionaje de
última generación en los sitios más insospechados de cada apartamento. Sin los
moradores saberlo, sus vidas privadas
eran “vox populi” para él. Filmados y
con máxima nitidez, aparecían en videos, todos
los procederes más comprometedores de la mayoría de inquilinos.
Había borrado y cancelado la filmación
de aquellos relacionados con la convivencia natural de matrimonios sanos y
también de aquellos que tenían ciertas aberraciones sexuales como gay y lesbianas,
al igual que de consumidores de drogas. Su plan era el de extorsionar a un
famoso “Chef”, un mafioso, a 3 políticos y un abogado: con 1000 millones, al
“Chef”, con15.000 al mafioso, 10.000 al abogado y a los demás, con 5000
millones.
El
restaurante “La ciudadela” y el “Chef”
Gordon, su propietario, eran considerados como lo mejor del país.
Incluso Gordon, tenía fama internacional, pero lo que todos desconocían, era
que cuando algún famoso le caía mal, no tardaba en extenderle una
invitación a su restaurante. Los atendía a “cuerpo de Rey”. Al final de cada
comilona, los invitados se deshacían en elogios. Ignoraban la cantidad de
porquerías que les había preparado: carnes de rata, perro y gato y todos los
postres, llevaban su semen. Su magia culinaria era tal, que indudablemente
nadie se atrevería a criticar ninguno de sus platos. El mafioso, era
considerado uno de los más ricos del país. El dinero producto de la droga, venía invirtiéndolo desde hacía
más de 20 años, en todos los sectores de la economía. Solo 2 personas, conocían
el origen de su fortuna. Era todo un “Corleone” en la sombra.
Los
tres políticos, eran los capos del tráfico de influencias y el contrabando. Sabían cómo propiciar la
concusión, la extorsión, el cohecho, el peculado, el prevaricato, la revelación
de secretos, la falsa denuncia, el favorecimiento, fuga de presos y otros
padrenuestros. Finalmente, estaba el abogado, experto en: soborno
transnacional, fraude procesal, espionaje, conspiración, enriquecimiento
ilícito, celebración indebida de contratos, pesca ilegal, contaminación
ambiental, violación de fronteras para
la explotación de recursos naturales, receptación, testaferrato, alteración de
sistemas de identificación, lavado de activos, defraudación a las rentas de
aduana, contrabando de hidrocarburos y sus derivados, evasión fiscal, captación
masiva y habitual de dineros, exportación e importación ficticia, uso ilegitimo
de patentes, agiotaje, especulación y acaparamiento, uso de documento falso,
circulación ilegal de moneda, estafa, abuso de confianza, usurpación de tierras
y adopción irregular. Era uno de los socios del mafioso: ¡Todo un angelito!
Tenían montada una “Transnacional del Crimen”. De caer ellos (Todos, excluyendo
al “Chef”), arrastrarían en su caída, a muchos prominentes líderes de la
nación.
En
el 2009, en el mes de noviembre, Carlos
Ponce vendió su apartamento al siquiatra Rodrigo Suárez. La gran mayoría de
moradores, lamentaron su ausencia. Con él, subía a 12 el número de inquilinos
que le habían precedido en la venta de su inmueble. A principios del 2012, mes
de enero, las 6 víctimas seleccionadas por Carlos, recibieron toda la
información relacionada con el porque debían pagar: varios audiovisuales,
grabados con alta tecnología, exponían las ineludibles razones del pago. Tenían
15 días para depositar el dinero de la extorsión, en cuentas cifradas, ubicadas
en diferentes lugares del mundo. De no hacerlo, prensa, radio y televisión,
recibirían todos los audiovisuales que les comprometían.
Las
reacciones más violentas, provenían del
mafioso y el abogado. Reunidos, concluyeron que el pago debía hacerse. Mientras
tanto, iniciaron la investigación del cómo habían sido gravados.
Hasta
el mes de diciembre del 2010, los extorsionados fueron gravados por el socio de
Ponce, el psiquiatra Suárez. Con mucho sigilo, durante todo el transcurso del
2011, Rodrigo se puso en la tarea de desmontar en su totalidad los equipos de
filmación. Hernán Molina, era un experto
en chuzadas y trabajaba para el abogado. En su apartamento, descubrió
todos los aparatos instalados pero no logró detectar el lugar de filmación. Ya todos los extorsionados
habían pagado. Pagar, era preferible a
enfrentar sus culpas. Se preguntaban si nuevamente serían extorsionados.
Cinco días transcurrieron, luego del pago. En una reunión casual del mafioso con
varios inquilinos, en el restaurante “La Ciudadela”, uno de ellos se quejaba de
que un corto circuito había afectado a varios de sus electrodomésticos: ¡Tan
bueno que era cuando vivía aquí el Dr. Ponce!. Al igual que un relámpago, la
respuesta que buscaba, invadió al mafioso. ¡Eureka!, casi gritó: “¿blanco es,
gallina lo pone, frito se come, dime que es?”. Cuarenta hombres fueron
seleccionador por uno de los lugartenientes del abogado, para que sin ningún
tipo de aspaviento y de la forma más reservada, ubicaran a Ponce. Fue fácil: al
primero que consultaron fue al comprador de su apartamento. Este contó que lo
había hecho a través de una agencia de propiedad raíz. Desde el mismo
apartamento, consultaron con la mencionada agencia pero estos negaron tener
archivo alguno al respecto. El nerviosismo desmoronó al siquiatra. Contó que
nada tenía que ver con la extorsión y que el único culpable era Ponce. Fue
obligado a conducir a tres de los investigadores, a la vivienda del ingeniero.
Suarez y Ponce, fueron conducidos a una finca cercana. Ya en esta, arguyó:
ustedes ganaron. Mi propuesta es la siguiente: ya sé que vamos a ser
asesinados, por consiguiente, quiero una fiesta de 24 horas, con champaña Dom
Perignon y los mejores platos con langosta y langostinos. Además, quiero que
maten a este marica delante de mí, por traidor y que me traigan dos chicos con
los que me pueda divertir durante esas 24 horas. Después, les entregaré toda la
información que deseen y al final, pueden matarme. De lo contrario, nada
conseguirán de mi parte y si quieren, pueden empezar a disparar. La propuesta,
recibió el visto bueno del abogado. Sin contratiempos, la orgia de Ponce
cumplió su cometido, encerrado en una
habitación, vigilada recelosamente durante las 24 horas. Las puertas se
abrieron y el abogado ingresó a la habitación: en la cama, los dos chicos
seguían dormidos. Dirigió su mirada al cuarto de baño que estaba cerrado. Tocó
fuerte, tres veces pero nadie le abrió. Uno de sus hombres derribó la puerta.
En el piso, desangrado, encontraron el cuerpo de Ponce. Con el borde de un vaso
despicado, se había cortado la yugular. Airado, el abogado le asestó dos
patadas en el rostro. Una llamada entró a su celular. Era el “mafioso” pidiéndole
que encendiera la televisión. Ponce, desde hacía un mes, había montado un programado, el cual debía ser reprogramado
cada 24 horas, de lo contrario, automáticamente, de forma ininterrumpida,
comenzaba a transmitir a todos los medios de comunicación, los audiovisuales utilizados en la extorsión.
JTC
lunes, 16 de abril de 2012
LOS TRES CHIFLADOS
El cardiólogo Roberto Martínez,
observaba desde el balcón de su Pent-house, a quienes había bautizado como: “Los
tres chiflados”. Eran ellos tres humildes trabajadores que obtenían sus escasos
ingresos para sobrevivir de lo que vendía en su chaza, Luis Upegui, del
reciclaje, Alberto Rodríguez y con su caja de lustrabotas, Emilio Sosa. En sus
cinco años que llevaba jubilado, nunca había dejado de observarlos. Se
preguntaba cuál sería el comportamiento de esos infelices en una fiesta de
frac. Se los imaginaba, borrachos, saludando de tú a todos los asistentes e
introduciendo sus manos en las viandas, mientras masticaban con sus fauces
abiertas. Ninguno de sus amigos le perdonaría una invitación a semejante festín,
pero sí sus familiares, si los preparaba de antemano. Con tal fin, los hizo sus
amigos y en 30 días, la fiesta ya estaba programada. Las cámaras de filmación
estaban debidamente preparadas para grabar todos los pormenores relacionados
con el comportamiento de “Los tres chiflados”. Les pagó el alquiler de los
fraques e hizo que en un Mercedes Benz, fuesen recogidos en los sitios por
ellos indicados. Los tres estaban convencidos de la amistad, humildad y
magnanimidad del Dr. Martínez. Jamás cruzó por sus mentes desprevenidas que
iban a ser sometidos a experimento alguno. Cuando ingresaron al Pent-house, lo
hicieron con la mayor naturalidad del mundo. ¡Es obvio!, pensaba el cardiólogo:
la fiesta apenas comienza. ¿Champagne o Whisky?, les consultó el Dr. Champagne,
respondieron los tres al unísono. Aguantaron el tiempo de la reunión con esa sola
copa y consumieron las viandas como unos expertos en etiqueta. Con la mayor
simpleza, opinaban cuando se les requería, algunas veces con certeza y otras,
acotando su ignorancia al respecto. El Dr. Sentía que el único que estaba
haciendo el oso en la reunión, era él, y así lo leía en las miradas de sus
familiares. Algo andaba mal y aun no sabía que. Una semana más tarde, los tres
desaparecieron de su habitual sitio de trabajo. ¿Qué pasaría?, se preguntaba
Roberto.
Como solía hacerlo todos los
domingos, vistió sus prendas deportivas e inició su marcha matinal. El reloj
marcaba las 8 de la mañana. Transcurridos 30 minutos, en un cruce descubrió tres
siluetas humanas. Cuando estuvo más cerca, pudo identificar a “los tres
chiflados”. Vestían humildemente, como era su condición económica, pero su
dignidad destacaba. Sintió que una vergüenza inusitada lo desbordaba y sin detenerse,
levantó una mano en señal de saludo y continuó
su marcha. Era obvio que sus caminos eran diferentes, por el que ellos
llevaban, jamás llegaría a su residencia. Seguía interrogándose sobre el motivo
de su vergüenza, sin encontrar respuestas. Un relámpago lo sacó de su
ensimismamiento. Inexplicablemente, estaba oscureciendo demasiado rápido.
Nuevamente, miró su reloj y observó que este seguía marcando las 8.
El cardiólogo Roberto Martínez,
observaba desde el balcón de su Pent-house, a quienes había bautizado como: “Los
tres chiflados”. Eran ellos tres humildes trabajadores que obtenían sus escasos
ingresos para sobrevivir de lo que vendía en su chaza, Luis Upegui, del
reciclaje, Alberto Rodríguez y con su caja de lustrabotas, Emilio Sosa. En sus
cinco años que llevaba jubilado, nunca había dejado de observarlos. Se
preguntaba cuál sería el comportamiento de esos infelices en una fiesta de
frac. Se los imaginaba, borrachos, saludando de tú a todos los asistentes e
introduciendo sus manos en las viandas, mientras masticaban con sus fauces
abiertas. Ninguno de sus amigos le perdonaría una invitación a semejante festín,
pero sí sus familiares, si los preparaba de antemano. Con tal fin, los hizo sus
amigos y en 30 días, la fiesta ya estaba programada. Las cámaras de filmación
estaban debidamente preparadas para grabar todos los pormenores relacionados
con el comportamiento de “Los tres chiflados”. Les pagó el alquiler de los
fraques e hizo que en un Mercedes Benz, fuesen recogidos en los sitios por
ellos indicados. Los tres estaban convencidos de la amistad, humildad y
magnanimidad del Dr. Martínez. Jamás cruzó por sus mentes desprevenidas que
iban a ser sometidos a experimento alguno. Cuando ingresaron al Pent-house, lo
hicieron con la mayor naturalidad del mundo. ¡Es obvio!, pensaba el cardiólogo:
la fiesta apenas comienza. ¿Champagne o Whisky?, les consultó el Dr. Champagne,
respondieron los tres al unísono. Aguantaron el tiempo de la reunión con esa sola
copa y consumieron las viandas como unos expertos en etiqueta. Con la mayor
simpleza, opinaban cuando se les requería, algunas veces con certeza y otras,
acotando su ignorancia al respecto. El Dr. Sentía que el único que estaba
haciendo el oso en la reunión, era él, y así lo leía en las miradas de sus
familiares. Algo andaba mal y aun no sabía que. Una semana más tarde, los tres
desaparecieron de su habitual sitio de trabajo. ¿Qué pasaría?, se preguntaba
Roberto.
Como solía hacerlo todos los
domingos, vistió sus prendas deportivas e inició su marcha matinal. El reloj
marcaba las 8 de la mañana. Transcurridos 30 minutos, en un cruce descubrió tres
siluetas humanas. Cuando estuvo más cerca, pudo identificar a “los tres
chiflados”. Vestían humildemente, como era su condición económica, pero su
dignidad destacaba. Sintió que una vergüenza inusitada lo desbordaba y sin detenerse,
levantó una mano en señal de saludo y continuó
su marcha. Era obvio que sus caminos eran diferentes, por el que ellos
llevaban, jamás llegaría a su residencia. Seguía interrogándose sobre el motivo
de su vergüenza, sin encontrar respuestas. Un relámpago lo sacó de su
ensimismamiento. Inexplicablemente, estaba oscureciendo demasiado rápido.
Nuevamente, miró su reloj y observó que este seguía marcando las 8.
DIATRIBA DIVINA A CREYENTES
INGENUOS
Vosotros, eternos plañideros,
que creéis honrar mi nombre, no sois más que torpes criaturas. Todos vuestros
ruegos, giran en torno a beneficios personales. Nunca pensáis que yo es
entregué mis mandamientos, para que obraseis según ellos, como señal de respeto
hacia mí y hacia tus semejantes. Concluís que yo lo perdono todo. ¡Cuán
equivocados estáis! Vuestra alma es como un disco duro: ahí quedarán grabados
por siempre, todos vuestros actos y si queréis entrar en mi reino, tendréis que
estar analizando muy severamente vuestras acciones.
-Me faltáis al respeto,
cuando me oráis para que te de la lotería
o para que permita que alguien obtenga beneficios en contra de otro.
-¿Cómo pretendéis que por
tus ruegos, yo permita la muerte de tus enemigos?
-Santificas mis fiestas con
bacanales y al día siguiente sigues creyendo que eres mi hijo.
-Tus padres te trajeron al
mundo:¿Es tan difícil honrarlos?
-Por frívolos intereses económicos
o cosas baladíes, asesinas a tus semejantes. ¿Es así como buscas tu redención?
-Pretendéis desconocer el
significado de un acto impuro y pensáis que en el confesionario, tus faltas serán
perdonadas.
-¿Por qué ocultas tus
riquezas, hay oscuridad en sus orígenes?
-Le mientes a diario a todos
con el mayor cinismo, siempre sin cargos de conciencia y luego elevas tus
plegarias egoístas hacia mí.
-Convives con la concupiscencia
como un hecho natural, sin remordimientos, y
-Creéis que solo tú eres el único
merecedor de todos los bienes terrenales.
No necesitas ser un santo
para ingresar a mi reino. Deja atrás tu soberbia y serás bienvenido.
JTC
INGENUOS
Vosotros, eternos plañideros,
que creéis honrar mi nombre, no sois más que torpes criaturas. Todos vuestros
ruegos, giran en torno a beneficios personales. Nunca pensáis que yo es
entregué mis mandamientos, para que obraseis según ellos, como señal de respeto
hacia mí y hacia tus semejantes. Concluís que yo lo perdono todo. ¡Cuán
equivocados estáis! Vuestra alma es como un disco duro: ahí quedarán grabados
por siempre, todos vuestros actos y si queréis entrar en mi reino, tendréis que
estar analizando muy severamente vuestras acciones.
-Me faltáis al respeto,
cuando me oráis para que te de la lotería
o para que permita que alguien obtenga beneficios en contra de otro.
-¿Cómo pretendéis que por
tus ruegos, yo permita la muerte de tus enemigos?
-Santificas mis fiestas con
bacanales y al día siguiente sigues creyendo que eres mi hijo.
-Tus padres te trajeron al
mundo:¿Es tan difícil honrarlos?
-Por frívolos intereses económicos
o cosas baladíes, asesinas a tus semejantes. ¿Es así como buscas tu redención?
-Pretendéis desconocer el
significado de un acto impuro y pensáis que en el confesionario, tus faltas serán
perdonadas.
-¿Por qué ocultas tus
riquezas, hay oscuridad en sus orígenes?
-Le mientes a diario a todos
con el mayor cinismo, siempre sin cargos de conciencia y luego elevas tus
plegarias egoístas hacia mí.
-Convives con la concupiscencia
como un hecho natural, sin remordimientos, y
-Creéis que solo tú eres el único
merecedor de todos los bienes terrenales.
No necesitas ser un santo
para ingresar a mi reino. Deja atrás tu soberbia y serás bienvenido.
JTC
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