viernes, 24 de abril de 2009

OPINIO

¿ESPECULACION INMOBILIARIA?
POR: JAIRO TANGARIFE C.

Es posible que el Art.298 del C.P. no se le pueda aplicar a los constructores, ya que cualquier abogado entraría a argumentar que este se refiere a productos de consumo masivo, mas una interpretación de los Arts.5, 8 y principalmente el 51 de la Constitución, podría llevarnos a configurar el suelo como tal. El suelo al igual que el petróleo es un bien natural no renovable, pero contrario a este no se extingue y además no requiere mantenimiento para conservar su uso potencial.
El Art.298, se refiere al acaparamiento. ¿Acaso la tierra se puede acaparar?. ¿Cómo podríamos definir a una persona o compañía que se dedica a comprar todo tipo de tierras para convertirlas en lotes de engorde?. ¡Terrateniente, me dirán! ,pero mi pretensión es demostrar que la tierra si es un bien de primera necesidad y de consumo masivo al cual por razones de costos, los constructores la han convertido en un bien suntuario al cual, en un futuro inmediato, solo tendrán acceso los estratos del 5 hacia arriba y será una quimera para los de abajo.
Desde hace 2 ó tres años, la gentrificación inició, su carrera en nuestro país. Consiste en que las clases de mayores recursos económicos desplazan de sus propiedades a los habitantes de barrios depauperados. Los casos más dicientes se están viendo en los barrios Sevilla, Lovaina y San diego.
Se detecta fácilmente la constitución de un “Monopolio” soterrado entre los constructores para mantener una escalada permanente en los precios del metro cuadrado de la vivienda. Desafortunadamente en esta feria loca de ofertas, como siempre ocurre, serán los inversores los que tendrán que enfrentar la realidad del mercado. Aún sigue caliente la crisis inmobiliaria de Estados Unidos, en la cual a los adquirientes de propiedad les resultaba más ventajoso devolver sus propiedades a las inmobiliarias sin ningún tipo de compensación que amortizar su deuda ya que el monto de esta adicionada a los intereses, superaba todos sus ingresos. Se explica de esta manera la llamada “Burbuja Económica” que se inicia con un boom ilusorio de seguros beneficios originados por un incremento artificial de precios que termina con la explosión de la burbuja, caracterizada por ingentes pérdidas.
En Colombia, teóricamente, se controla a la actividad inmobiliaria. Pero la realidad es que este es un sector “mimado” de la economía que porcentualmente registra los incrementos más injustificados, completamente desacordes con el ICCP (Índice de Costos de la Construcción Pesada).
Ocurre muy a menudo que muchas personas se dejan conquistar por los malabarismos verbales de los vendedores y terminan, como los de las pirámides, viendo un chispero. Carlos Gamboa, Asesor de proyectos hoteleros, publica un clasificado, en el cuál entre otros apartes, manifiesta que “en Medellín la oferta hotelera ha crecido en los últimos tres años el 30% por año y la demanda solo el 6% por año”. Aquí es donde resulta obligado repetir aquello de “su dinero está en el lugar equivocado”. Juan David Monsalve, Gerente de Park 10, manifiesta:”Los constructores quieren hacer creer que la hotelería esta blindada contra pérdidas”. Lo mismo podría decirse de Centros Comerciales y Bodegas.
En 2 años, las alzas del metro cuadrado, inexplicablemente se dispararon a precios exorbitantes. Actualmente, en el centro, se está ofreciendo por encima de un millón seiscientos mil pesos, equivalentes a alzas de más del 60%. En el 2006, en Rionegro, se conseguía a $1 millón, hoy, está cerca de los 2 millones. ¡En El Punto de la Oriental, diagonal al Éxito de San Antonio, se ofrece el metro a ¡$10.953.000!
Propongo que al igual que ocurre con la Canasta Familiar, los precios del metro cuadrado se congelen por parte del gobierno para los estratos 1, 2, 3 y 4, en orden ascendente sin que en ningún momento, los incrementos se equiparen a los de la inflación anual.

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