viernes, 24 de abril de 2009

OPINION

MATAR A URIBE
Narran los historiadores que el 28 de Junio de 1914, el nacionalista serbio Gavrilo Princip, asesinó en Sarajevo (Hoy Bosnia-Herzegovina), al Archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-húngaro. Este crimen fue una de las causas que contribuyó al inició de la primera guerra mundial. De igual manera, relatan que el detonante de la guerra civil española, fue el asesinato de José Calvo Sotelo, el 13 de julio de 1936. Millones de personas murieron sumados ambos conflictos. El 9 de abril de 1948, Juan Roa asesinó a Jorge Eliecer Gaitán Ayala y por causa de este crimen, fueron asesinados más de 200.000 colombianos.
Es evidente la miopía de quienes propiciaron estas acciones por las dantescas consecuencias. Las FARC, no sé si seguirán empecinadas en asesinar al presidente Uribe. De lo que si estoy seguro es que de lograrlo, habrán cometido el error más craso que organización alguna haya realizado. Ello generaría resultados nefastos no solo para ellos sino para toda la izquierda colombiana, para la sociedad civil, para la economía y contribuirían a reactivar el paramilitarismo. En el escenario final, solo encontraremos perdedores. Esta acción sería equivalente a darnos con la piedra en los dientes, dar coces contra el aguijón o a fabricar un rejo para que nos den con el. Cualquier muerto en combate lo traduzco como una pérdida irreparable, máxime si tenemos en cuenta que nunca encontrarán otro interlocutor con el cual se pueda negociar más rápidamente la paz como con Uribe, aunque paradójicamente se palpe lo contrario. Desarmemos el espíritu y sentémonos a negociar ya por el bien de todos.

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