CEMENTERIOS
Van llegando a sus fosas en finos estuches de cedro
Uno, cien, mil, impávidos en sus féretros.
Los olores de las flores flotan en las fosas
nasales.
Las moscas aletean compitiendo con los gusanos.
Envueltos en el traje pardo
Descienden lentamente hasta el fondo.
Siguen llegando en filas de distintos colores
Todos difuntos, eternamente muertos.
IGLESIAS
Majestuosas y silentes
En sus églogas
Sobre el paisaje
En nubes de incienso.
Augustos salones.
Vetustos campanarios,
Insignes templos,
Historias del tiempo.
HOSPITALES
Ecos de sirenas en sus cuartos
Sobre el bisturí de cuerpos mancillados
Escapando por los poros de la muerte
En la anestesia de un hilo de vida,
Sobre una sonda de sangre,
En los catres blancos y fríos,
En las miradas de las enfermeras
Sonriendo de esperanza
mientras sientes que se te escapa la muerte.
CARCELES
Esposado contra las paredes de tus ansias
aprisionadas por los barrotes de tu celda fétida y lúgubre
como un látigo dentro de tu piel
escuchas los pasos de los carceleros como
los segundos que avanzan de tu sentencia
olvidado del mundo y cansadas miradas.
En un fugaz baño de paz famélico y sediento,
Miles de leguas en tus pasos
sin avanzar un solo metro.
Perdido en la maraña de tu cuarto
Que se estrecha momento a momento.
VEJEZ
Hay ilegibilidad en las huellas de tu nombre,
cansado por el uso.
Las visiones del pasado estresan tu espalda
hasta el límite de tu ceguera
como un bloque de cosas acumuladas
en el silencio.
Estas en el cenit de tu existencia,
y esperando el arribo de la muerte
en la sombra del rincón te vas diluyendo.
AMBICION
Puede más el oro que el saber
y más el poder que la conciencia,
sobre todos los muertos del mundo
y en su sangre, mas allá del dinero,
en la piel de los esclavos y del poder mas lejos,
más allá del infinito, fuera de los limites de las sombras,
y de los límites del cerebro,
más allá de la nada,
sin saciar jamás su fuego.
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