lunes, 23 de abril de 2012
PROFESIONAL DE FÚTBOL:
En el Circo Romano, los “Gladiadores” sabían que su vida dependía de su preparación permanente y de su actitud frente al rival. Nunca podían darse el lujo de decir: “Hoy no me siento con ganas. Tal vez mi contrario lo note y haga lo mismo. Así, ninguno morirá”. Todos sabemos que esto no ocurría, pues solo uno salía con vida. Los futbolistas profesionales, derivan sus ingresos por su actitud en la cancha. Siempre salen a entregarlo todo. Es así como suman para que los expertos los fichen y los inviten a firmar contratos millonarios. A ningún jugador se le exige que sea experto en idiomas, un gran lector ni que tenga un coeficiente intelectual de genio. Solo se espera que ese talento que tienen en sus piernas, su gran patrimonio, lo desarrollen en cada encuentro. De no hacerlo, se verán enfrentados ante una hinchada exigente, difícil de engañar, que detecta fácilmente aptitud y actitud en cada encuentro. Señores: ustedes viven del fútbol. Esa es su profesión. En cualquier empresa, quien no rinda, será despedido. Si no entienden esto, “no se den con la piedra en los dientes”, dedíquense a otra profesión porque “están en el lugar equivocado”. Jairo Tangarife C.
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